Hoy en día no encontraréis ningún cristiano que defienda la esclavitud con la Biblia en la mano, pero este error en la interpretación de las Sagradas Escritudas lo cometieron los cristianos del siglo XIX.
Y es que, históricamente, la comunidad cristiana ha intentado defender barbaridades justificándose en una interpretación literalista de versículos controvertidos.
Desgraciadamente, hoy en día, la cristiandad parece no haber aprendido de los errores cometidos en el pasado y se continúan defendiendo barbaridades en nombre de Dios.
Impecable hermanos.
Un abrazo.